Habacuc era un profeta intercesor e hizo una oración que movió los cielos: ¡Oh Jehová aviva tu obra en medio de los tiempos, hazla conocer! Un avivamiento es algo muy sencillo, es un nuevo comienzo de obediencia a Dios, lo que estaba muerto resucita, lo que estaba dormido despierta, lo que estaba perdido se recupera, la pausa es quitada. ¡Disfruta este mensaje!